Uno de mis cuentos con tema apocalíptico.

Silencio.
Por unos instantes todo se detuvo e incluso el aire pareció volverse espeso.
Los soldados de ambos frentes sostenían sus fusiles; balas inertes a medio camino de su objetivo; cuerpos sembrados sobre el terreno; un helicóptero suspendido mientras sobrevolaba el campo de batalla lanzando su letal metralla.
En el cielo el espacio-tiempo se distorsionó abriendo un portal a otro plano de existencia, a un reino de luz y demencia.
Un ser, que sostenía una lanza de oro en su mano derecha, emergió del cerúleo caos que se revolvía dentro de los confines de la puerta circular; una criatura de marmórea piel y figura, con un par de majestuosas alas doradas que se proyectaban desde su espalda, llegaba al mundo de los mortales.
La abertura entre ambos mundos comenzó a cerrarse y el flujo de tiempo regresó a la normalidad; la ensordecedora cacofonía envolvió de nuevo el lugar. Sin importar…
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